La uña encarnada es un problema muy común que puede llegar a ser doloroso y limitar la vida diaria. Aunque existen tratamientos conservadores, en algunos casos la cirugía se convierte en la solución más efectiva y definitiva.


¿Qué es una uña encarnada?

Se produce cuando el borde de la uña crece hacia la piel, provocando dolor, inflamación e incluso infección. Puede afectar a cualquier persona, pero es más frecuente en jóvenes y deportistas.


Síntomas principales

  • Dolor y sensibilidad en el borde de la uña.

  • Enrojecimiento e inflamación.

  • Presencia de pus o secreción (en caso de infección).

  • Dificultad para caminar o usar calzado.


¿Cuándo se recomienda la cirugía?

La cirugía se aconseja cuando:

  • Los tratamientos conservadores no funcionan.

  • Hay infecciones recurrentes.

  • El dolor es intenso y persistente.

  • La uña presenta deformidad o crecimiento anómalo.


Tipos de cirugía de uñas encarnadas

  1. Resección parcial de la uña: Se retira solo la parte que se clava en la piel.

  2. Resección completa de la uña: Se quita la uña entera (en casos graves).

  3. Cirugía química (fenolización): Además de retirar la uña, se aplica un agente químico para evitar que vuelva a crecer en el mismo borde.


Recuperación y cuidados posteriores

  • Mantener el pie limpio y seco.

  • Cambiar los vendajes según indicación del podólogo.

  • Evitar calzado ajustado durante las primeras semanas.

  • Seguir revisiones periódicas para asegurar una correcta cicatrización.

La cirugía de uñas encarnadas es un procedimiento sencillo, seguro y con excelentes resultados a largo plazo. Si sufres molestias constantes o infecciones repetidas, puede ser la solución definitiva.

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